Cada año, en torno al 12 de octubre, en el barrio Charrúa de la Ciudad de Buenos Aires tiene lugar una de las fiestas populares más vivas y extraordinarias de la Capital, dedicada a la Virgen de Copacabana. La cultura del altiplano boliviano estalla en un arcoiris que ofrece toda la riqueza cultural traída por las comunidades quechuas y aymaras que se fueron estableciendo en la zona: bebidas y comidas que brindan sabores tradicionales, disfraces fantásticos, seres mitológicos que bailan endiablados la música de las orquestas andinas, toda la alegría de un pueblo cuya sabiduría principal pasa por lo comunitario y ancestral antes que por la novedad y lo mercantil.